El valor de la TEMPLANZA

 

No es una palabra que esté muy de moda, pero para mí, es de las mejores herramientas que podemos proponernos ejercitar.

Se trata de contener el impulso inicial de decir algo, hacer algo, reaccionar por algo. Creo que no tengo ni que mencionar las consecuencias positivas. El “contar hasta 10” y pensar antes de actuar, impacta sobre nuestras relaciones con otros, sobre el logro de los objetivos que nos proponemos, sobre nuestro crecimiento personal, sobre nuestra calidad de vida, etc.

Nuestros impulsos, suelen ser disparados por 2 motores:

  • Emociones y/o respuestas fisiológicas que se desencadenan como mecanismos de defensa
  • Hábitos

 

Con respecto a las respuestas impulsivas emocionales, está estudiado, que si bien hay neuronas que nos ayudan en el mecanismo de inhibición, no por eso quedan anuladas las emociones. Lo que se inhibe es la conducta, no la sensación interna que nos provoca el estímulo externo. Esto definitivamente es bueno, porque no se trata de reprimir o negar lo que estoy sintiendo, sino de poder tramitarlo de otro modo. La templanza no es callar, es poder decir de la mejor manera posible. La templanza no es reprimirme, sino dar curso a lo que siento y necesito anteponiendo prioridades. Sería algo así como la forma más sofisticada y sabia de emitir una respuesta.

 

Por otra parte, cuando actúo impulsivamente por hábito, es decir, por costumbre, en automático, es posible que en el momento, ni siquiera lo perciba, pero que a posteriori me de cuenta del impacto negativo de ese impulso. En el hábito, se trata de analizar el ritual, e intentar descomponerlo, para evitar las respuestas automáticas negativas. No es nada fácil, es absolutamente posible.

Como todo esfuerzo que hacemos, cuanto más lo repetimos, más se afianza a nivel de conducta y más sencillo será en el futuro accionarlo como mecanismo.

El primer paso que les propongo es hacerse las siguientes preguntas:

¿Cuántas veces me arrepiento de algo que dije o hice?

¿Asociado a qué situación/persona/meta/rol está?

¿Cómo me gustaría haber reaccionado en realidad?

Como todos los temas asociados a autoconocimiento y desarrollo personal, no es sencillo ni unicausal, pero siempre es mejor empezar a revisar estas cuestiones en nosotros, y trabajarlas, antes que andar por la vida a los ponchazos, repitiendo los mismos errores sin cesar.

Templanza, búsquenla en ustedes, valórenla mucho en otros.

más como esto en Instagram: @lic.connie.mandel

Share This

Compartime

Comparti esta noticia con tus amigos